13/08/2020
Cuento de Verano: de dragones, Joseph Conrad, e incertidumbre

Agosto. Golfo de Roses. Tras dos minutos a nado mar adentro, me dispongo a mi ritual diario. Dejo flotar mi cuerpo boca arriba, cierro los ojos, recojo el sabor del salitre, mis oídos bajo el nivel del agua, y tomando conciencia de todos los músculos que soy capaz, los relajo.
Ahora descanso un par de semanas, pero han pasado seis meses desde que el coronavirus nos golpeó como un tsunami viniendo desde las distantes noticias en China, a nuestras propias vidas en cuestión de días. Seis meses de montaña rusa emocional, familiar, profesional, y aquí estamos ahora, haciendo una parada estival para afrontar la segunda parte del año. ¿Y que habrá más allá de septiembre?, he indagado y preguntado a numerosas personas y la respuesta más honesta que he podido recoger es un “no lo sé”.
Los cartógrafos en la Edad Media identificaban los territorios todavía no explorados en sus mapas dibujando supuestos monstruos marinos con la leyenda “hic sunt dracones” (Aquí hay dragones [1]). Pero sabemos que no es así, que las áreas inhóspitas son eso, inexploradas, pero finalmente se rigen por las mismas leyes y fuerzas que las regiones conocidas, sólo hace falta que personas con la suficiente determinación se adentren para rastrearlas y aprovechar sus oportunidades.
Algunos intentaremos apoyarnos con ansia en medidas, indicadores, fórmulas que nos ayuden a tomar decisiones en los próximos meses, pero habrá momentos en que no servirán porque las referencias serán, en el mejor de los casos, ambiguas. Decía Joseph Conrad que la mayor virtud de un buen marino es una saludable incertidumbre [2]. No escondamos la responsabilidad de decisión en métricas cuando imprevisto o no planificado será nuestro presente.
Pero tampoco olvidemos el viejo dicho marinero “No puedes controlar el viento, pero tú diriges la vela”. Navegar los próximos meses con la seguridad de nuestra experiencia, pero con la humildad de saber que no poseeremos el control total, será nuestra nueva realidad. Y ante cualquier contratiempo, conocer primero qué hacen nuestros equipos, nuestros compañeros, antes de dirigir cualquier acción por nuestra cuenta, para asegurar que todos seguimos el mismo propósito, será básico para no hundirnos.
Mares tranquilos no hacen a marinos expertos.
Acaba mi letargo por culpa de una racha de viento de Llevant que se despierta a estas horas de la tarde, regreso a nado en calma, Golfo de Roses, Agosto.
Referencias:
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Hic_sunt_dracones
[2] http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/238/esos-meteorologos-malditos/
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