El cambio transformador duele, o si no, no es transformador.

Hace años, en una de las empresas donde he trabajado, realizamos una prueba de concepto (POC) para testear una tecnología que venía a revolucionar la gestión sobre nuestra cadena de suministro. Todo eran ventajas desde el punto de vista de control, trazabilidad, integración de la cadena de valor etc.. pero después de finalizar la POC, el equipo evaluador interno concluyó que, aunque prometedora, ésta supondría un coste extra en la P&L de la compañía que se no quería aceptar. Cuando los plazos y costes bajaron, la razón por la que se volvió a cancelar el proyecto fue que era excesiva complejidad de implantación dado que supondría la transformación en la gestión de muchos departamentos y no aportaba nada a corto plazo. Cuando algunas de sus competidoras lo implantaron con éxito la pregunta fue: ellos han tardado 5 años entre pensarlo y ejecutarlo al 100%, ¿podemos hacer nosotros esto en un año? 😓

 

Hoy es la tecnología diferencial que hace que su competidora más puntera en plena pandemia pueda ofrecer una experiencia de cliente completa en online.

 

Hace escasos 4 años una compañía que conozco un poco y es de las Top25 de este país, se planteó una transformación integral de sus sistemas transaccionales. Vinieron ejecutivos, y determinaron y convencieron a la dirección que podían desarrollar ese proyecto en 3 años. Hicieron un Business Case y todos los números, hitos y tareas encajaban. Recuerdo que nos consultaron y cuando les dijimos que era imposible técnicamente ese escenario tan optimista, la respuesta fue que se lo había confirmado un estudio de una consultora Big-4 y no tenían porque dudar.

Hoy en día van por el 25% de cumplimiento aproximadamente.

Son dos caras de la misma “miopía”. Y en estos tiempos donde tenemos todos que repensar nuestro futuro y plantear nuestros modelos de negocio, lo mejor es comenzar por recordar en qué nos equivocamos en el pasado.

 

  • ¿A quien delegamos la decisión o responsabilidad de plantear estos cambios? ¿A equipos de nuestra confianza pero que están educados en la aversión al error o a tomar riesgos?, ¿a empresas externas donde su compromiso acaba en la realización del Business Case en un PowerPoint?
  • ¿Qué proyecto o cambio has vivido en tu empresa que haya aportado gran valor con mínimo esfuerzo? 🙄

Los cambios transformadores, son eso, transformadores, y por tanto son cuesta arriba, generan fricción y hacen ruido. No hablo del cómo implementarlos. Seguro que hay métodos ágiles, equipos orientados a producto, ciclos cortos de implementación que facilitan la implementación,…lo que queráis. Pero la realidad es que transformarse significa tomar la decisión de tomar un camino, descartar otros y tener la determinación de recorrerlo hasta el final sabiendo que el camino no será fácil.

Hoy más que nunca la estrategia, la innovación, o ambas son más necesarias que nunca, y en ellas debemos enfocarnos en:

Definir, y monitorizar, una doble visión o doble velocidad (estrategia vs táctica, innovación vs operación). ambas importantes pero no mezcladas.
La estrategia ya no va de hacer un Gantt con un plan de inversión a 5 años, sino de definir la visión de una compañía, su modelo de negocio futuro, y liderar que cada acción y decisión relevante a partir de entonces vaya alineada a dicha visión, construyendo de manera incremental pero desde el minuto 1 un ecosistema de procesos, productos y sistemas alrededor de esa visión. Fijémonos en las empresas tecnológicas actuales. Esta visión se replantea completa cada 5 años (de manera continua) y la responsabilidad de liderar cada ciclo de cambio es el role del Chief Platform officer.
Pensar que nuestros equipos operativos van a abrazar el cambio y adoptarlo sin esfuerzo es una falacia. Educar a nuestros perfiles de liderazgo o managers de herramientas de gestión de cambio es fundamental.
Y como comentaba en mi anterior post, la mayor virtud de un buen marino es una saludable incertidumbre.
Pero lo dicho, un gran CEO (…y mago 😉 ) para el que trabajé me dijo una vez que los grandes cambios duelen, o si no, no son lo suficientemente importantes. También decía que tiempos diferentes requerían liderazgos diferentes.

Pues eso, dolerá un poco, pero recorrer el camino es lo más interesante.

Nos vemos.

“En la preparación para una batalla siempre he aprendido que los planes son inútiles, pero también que la planificación es indispensable.” – Dwight D. Eisenhower

 


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